top of page
Foto del escritorCarles Sorita

Las compañías exitosas escriben su futuro. Sus líderes, también deberían.


Estamos llegando al final del 2018 y todas las organizaciones desean un mejor 2019.

Un nuevo año que, sin lugar a la duda, estará repleto de imprevistos y situaciones que son, hoy por hoy, completa o parcialmente impredecibles.

Pero no todo es ventura y contingencia en nuestro devenir.

Hemos que aprender a darle forma al futuro que deseamos, en lugar de sólo adaptarnos al que vamos conociendo día a día.

Y para aprender a escribir el futuro, hay que estar atento. En estado de máxima alerta, con todos y cada uno de nuestros sentidos. Altamente receptivos a los acontecimientos y signos aparentemente puestos de forma azarosa en nuestros caminos que, a menudo, olvidamos de leer e interpretar, tanto colectiva, como individualmente.

En muchas de las entrevistas que mantengo con directores de toda índole de negocios, aparecen necesidades relacionadas con obtener una visión clara del futuro del negocio, de la organización y de sus metas. – Sí, se trata de predecir, anticipar lo que va a suceder, desplegar lo aprendido -, les comparto.

Muchos de estos ‘propietarios’ de objetivos y planes estratégicos dan prioridad en definir un futuro donde la innovación y la creatividad son los pilares, con la finalidad de mantenerse competitivos, eficientes y duraderos en el mercado.

Pero desafortunadamente, aún hay una gran parte, que olvidan escribir su futuro; si, el suyo como individuo. Les cuesta definir un plan de acción abierto a la auto-conciencia y la mejora en sus actitudes y comportamientos. Una sana decisión personal que, sin duda, también aportará inteligencia y éxito a la organización y, en paralelo, asegurará la evolución hacia un futuro más humano, ético y sostenible.


31 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page